A veces lo más cercano (personas incluidas) no es siempre valorado en su justa medida. No es este mi caso con respecto al castillo templario de Ponferrada, siempre me llamó la atención, pero por una cosa o por otra no lo había retratado todavía, y se merece unas cuantas fotos en mis archivos. Su entrada me recuerda mucho a un juguete que seguro que unos cuantos de mi edad tuvieron o quisieron tener:
Exin CastillosSólo por el castillo ya merece la pena ir a Ponferrada:
Y desde allí, a Lugo. Nada más ver este documental me entraron ganas de ver el castro que toco hoy, y otros que salen en él, pero el de Viladonga, desde el cielo, es espectacular
Y desde el suelo, también.El verdor gallego, y ese sol brillante, bajo y suave que otorga un agotado otoño de cielos despejados, hicieron de la tarde un intervalo sereno que auguraba un crepúsculo no menos cautivador.
Por cierto, aunque había leido que la visita al castro era libre y en el museo había que pagar, no fue así; la visita al museo, también es gratuita, y merece la pena.
Hasta luego.
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