15 septiembre 2020

Portugal

 Hola:

por sus tierras y por sus gentes. 

El pequeño tibet está seco, cosechado el heno y el maíz, pero aun tiene encanto, regatos frescos esta "Vez", espigueiros y trilhos que andar.






          Sistelo 


Recorriendo puentes y tirando porque nos lleva la corriente. Todo cuidado, tranquilo, sin estridencias. Salvo la de los bombeiros, que acuden a los fuegos forestales, una lacra.

Arcos de Valde"Vez"

 

Ponte da Barca

 



   Ponte do Lima

 







Viana do Castelo

 

El jacinto de agua Eichhornia crassipes haciendo de las suyas también por aquí. Belleza y "maldad" unidas. Jardines siempre esplendorosos. Y el gallo, un símbolo portugués. Y como no, el pelourinho, no podía faltar. La hora de diferencia, hace que las noches me sorprendan y hay que retornar.







Barcelos.

 

No ha faltado el calor, que se refresca en la playa fluvial. Y aún hay flores que se asoman a los passadiços. Lástima que la ponte pedonal más larga del mundo todavía no esté inaugurada, otra vez será. El "yipe" me lleva de vuelta echando fuego; voy bien agarrado, hasta hacerme daño en la muñeca.

 
 Lobelia urens






Drimia maritima
Passadiços do Paiva.

 
Guimaraes

 

Sabe a poco, pero se acaba. Albergo la esperanza de volver, a cualquier lugar de esta tierra. Eso sí, el final fue apoteósico; dejo una muestra en el enlace de abajo.

Molino Abelheira


Castro de S. Lourenço






 

Hasta luego.