Después de tanta agua y nieve, el sol nos acompañó hoy, y hay que aprovecharlo. Una corta ruta, que después de tanta inactividad me parece que me va a dejar unas agujetas, fundalmente por la subidita desde el pie de la cascada. La de caída más grande del Bierzo.
El pueblo es bonito, y la nieve, aunque molesta cuando tienes que conducir flotando sobre ella, deja siempre unos paisajes impresionantes en la Hoya Berciana.
Para otra ocasión queda la visita a la fragua (mazo) del Compludo, cuando llegué ya era tarde. No obstante ya la había visitado hace muchos años.
Y Molinaseca, simpre llama la atención. Cerca de ese puente me eché una de mis siestas antológicas, con mi barriguita repleta de cangrejos.
Hasta luego.