30 enero 2016

De prerromanos, romanos, románicos y caballeros

Hola:

Prerromanos eran quienes levantaron estas estructuras. Datan de en torno al 3000 antes de Cristo. ¿que por qué lo sé? Porque uno de los que trabajaron en uno de ellos lo dejó grabado así: 3000 A.C.; sí, sí, ya sabían en que año vivían, incluso antes de que naciera el susodicho.
Menhir (supuesto) de Mijaraluenga. No se parece en nada a los de Obelix ¿¿¿¿???. Esto no lo hicieron entre dos, fijo.
El dolmen de el Moreco, cerca de Huidobro. Grandes esfuerzos para enterrar a los seres queridos o a los más destacados.
Dolmen de La Cotorrita, en Porquera de Butrón. El frío que pasé sacando las fotos de estos dos dólmenes.
El supuesto dolmen de Busnela. Estos fueron más listos, aprovecharon una piedra que ya estaba y le pusieron unas lajas, el Homo sapiens amiguiño...
Y paso a los romanos, porque no he visto reseñas de castros por estas tierras; tan frecuentes sin embargo en Galicia, Asturias y León.
En Juliobriga no parecía que se viviese mal. Una ordenada ciudad romana incluso con termas, pozos, cuadras, foro, y calles porticadas, como la Decumanus maximus (la calle que iba de este a oeste) que llegaba al foro. Quedan unas pocas pilastras y alguna base de ellas más.
Sobrepuesta a estas ruinas se encuentra una iglesia románica.
En estos edificios vivían supuestos caballeros. Uno viene señalado como torre defensiva (me gustaría ver alguna vez una torre atacante). A veces me planteo que inmenso esfuerzo en levantar semejantes edificios en lugares en los que hoy nadie querría poner ni una cantina. Los tiempos cambian.
La torre de los Bonifaz en Lomana
El Alcazar de los Condestables de Medina de Pomar
El Castillo medieval de Poza de la Sal
La Torre defensiva de Espinosa de los Monteros





Y hablando de caballeros, me imagino a Sancho diciéndole a Don Quijote: mi señor, que no son gigantes, que son molinos, que el gigante es Iber Drola
Están en el mirador de la Bureba, al lado del monumento de un Caballero, que marcó en cierto modo mi infancia. Me pregunto que pensaría él de estos inventos.
Fue emotivo estár allí, al lado de su imagen. Me acerqué al pueblo y al lugar sólo por él. Un día frío y lluvioso, pero no podía dejar pasar la ocasión. Un saludo eterno Doctor Félix Rodríguez de la Fuente.

Hasta luego.












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