esa fue la expresión que un científico del proyecto SETI anotó al lado de una hoja, cuando revisando el trabajo de la noche anterior, encontró una señal potentísima que parecía indicar una actividad inteligente extraterrestre. Lamentablemente, o no, cuando volvieron a buscar en el lugar de donde provenía la señal, no la encontraron por más que lo intentaron.
Y esa fue la expresión que se me escapó cuando vi en el paseo de los zufreiros del Frade la primera de las plantas que tenía sin "fichar" y que además no me esperaba encontrar.
Platycapnos spicata.
Vendrían después otras más, de forma que, aunque amenazaba lluvia, seguí adelante por la esperanza de tanta recompensa.
Cynoglossum cheirifolium.
Buglossoides arvensis.
La primavera ha llegado por fin a estas tierras, y llena de pequeñas bellezas coloreadas los márgenes del camino.
Linaria amethystea.
Lunaria annua.
Mathiola fruticulosa.
Sedum forsterianum.
La minúscula Viola kitaibeliana.
Camino que emprendí con el objetivo de llegar a los zufreiros, azufreiros, alcornoques, del Frade. Y había unos ejemplares espectaculares.
Es una ruta cortita, y pueden apreciarse paisajes admirables, conjugando la minería romana de "ruina montium" y la minería actual de "destrozar montium"; los valles limítrofes gallegos, los caminos almohadillados de verde.
Como complemento, me acerqué al castillo de Cornatel, por un camino por que no había ido nunca, para tener nuevas perspectivas, pasando antes al lado de los castaños del Lago de Carucedo.
Un día "magnífico", que espero se repita más adelante, en esta prometedora primavera. Y me despido entre ladridos de corzo y cantos de perdiz.
Hasta luego.
diooless!
ResponderEliminarSi que diste con los tesoros del camino, sin duda con todo lo del cofre me quedo con la viola. Digno cada uno en su espacio de ese museo al aire libre de alcornoques, que soberbios!
Que se repitan siempre caminos verdes y almohadillados de primavera
Hola:
ResponderEliminareres de fácil conformar, además la viola que escogistes es pequeñíiiiiiiiiisima.
Que se repitan, brindo.
Y que mis pequeñas excursiones te distraigan aunque sólo sea unos segundos de acaeceres menos agradables es mi deseo.
Hasta luego.