03 abril 2016

Cuentos, cuentos.



Hola:

Cuenta un cuento de hace mucho tiempo, y lo que cuenta no se si es inventado o cierto, que en un prado nació un manzano. El dueño del prado le prodigó todos los cudiados: lo regaba, lo abonaba, lo libraba de malas hierbas, lo protegía de los animales que querían comérselo, le podaba las ramas rotas,...
Tan bien cuidado estaba que sus ramas pasaban a un jardín muy elegante de al lado. Y así durante un tiempo, con trabajo y paciencia, el dueño del prado lo mimó hasta que dio sus primeras y espectáculares manzanas.
Entonces, el joven, guapo y rico dueño del jardín, goloso de las manzanas, comenzó a alabar sus flores, sus frutos, sus ramas,... y tanto y tan bien lo hizo que embelesó al manzano y al año siguiente sólo dio fruta en las ramas que sobrevolaban el jardín vecino.
Así nos puede ocurrir a las personas, que desdeñamos o no damos importancia a quien siempre estando al lado nos ayudó en todo momento, pensando que será así siempre, y nos ciegan las alabanzas del extraño que nunca hizo nada por nosotros y sólo busca su satisfacción.
Aún así, el dueño del prado, mayor, desaliñado y frugal, en que se encontraba el manzano, siguió cuidándolo hasta que por vejez, el árbol murió.
Ocurrió que de una de las manzanas que había caído en el jardín anejo y que no se aprovechó, y de una de las semillas de esa manzana, nació otro manzano. El cuál creció sin muchos miramientos por parte del dueño del jardín, que sólo esperaba a ver que podría sacar de él en poco tiempo.
Y a partir de aquí hay varias versiones de este cuento.
Hay quien dice, que como el arbolillo tardaba en dar fruta, o que cuando la dio, por falta de cuidados, la fruta era insípida y poco aprovechable, que el dueño del jardín lo arrancó de cuajo.
Otros dicen que el arbolillo fue creciendo poco a poco a pesar de todo y que sus ramas se extendieron también al prado aledaño y según unos dio fruto en uno de los lados y en el otro no, y según otros dio fruto en los dos lados de la medianera. Sea como fuera, ésta última parte carece de importancia; ¿o no?.



Hasta luego.

2 comentarios:

  1. Igual era un reineta, ácido y pretencioso. Debería haber escogido quizás un manzano firme y perfumado rojo de otoño o un Fuji dulce y suave, también está en la elección de cultivares...

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  2. jjjjjjj, curiósamente la reineta es mi preferida.

    Saludos.

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