Hola:
Las luces no quisieron presentarse a mis ojos, solo se insinuaron. El sol no apareció. Al final nada más que luces artificiales, y un arrebol de altura en el último instante.
Y sigue apabullando en la memoria el silencio, en medio de lo que debería ser bullicio. Y la intuición del frío, que al igual que las luces, parece que quiso dejar solamente una advertencia.
No desisto en el empeño. Incluso por el mero hecho de sentirse tan lejos de todo lo conocido.
Hasta luego.