Hoces de Sobrón

Hola:

Comienza la ruta por la carretera que rodea el pantanto de Sobrón. Hay algunos sitios en los que aparcar y hacer fotos y a fe mía que merece la pena pararse.

En el Balneario de Sobrón, el puente que cruzaba el Ebro está destruído, y no se puede acceder a la otra orilla. Así que me encamino a Bozoo, desde donde parte la ruta pedestre que hice.
La iglesia, románica en origen, al sol de la mañana, tenía un aspecto bonito.

Como se ve en la imagen de Google Earth que pongo al final, el camino, que asciende ligeramente, tiene un ramal por donde se pueden apreciar ejemplares de alcornoques; lo he señalado con trazos amarillos discotinuos. Seguramente es el que debía haber tomado.
En todo caso el camino está siempre flanqueado de un bosque umbrío y fresco.
En un determinado punto comienza la ruta a descender. El camino es amplio. Se llega a una zona, en que asomándose entre las plantas puede contemplarse el desfiladero en cierta medida.

Después el camino se convierte en senda practicable y más adelante en una maraña de boj, madroños y otros arbusto casi impenetrable. Hay un desvío en esa senda casi invisible que da un mirador desde donde las vistas parecen ser espectaculares. Está indicado con montoncitos de piedras. Yo decidí no adentrarme, porque la situación me parecía un poco complicada y ya sólo buscaba llegar abajo. Esta zona viene señalada con los dos puntos azules gordos.
A partír de ahí, una vez se llega al Ebro enfrente de Sobrón, el camino es perfectamente transitable, ya que se trata de un GR.
El tramo final, en el silencio de la hora de la comida, sin tránsito de vehículos ni de personas, con el sol arrancándole esos verdes a los campos de cereales, se hizo para mi estupendo. Y no desmerecen en mi opinión esos campos a los farallones generados por el Ebro en cuanto a belleza y, sobre todo, sosiego. Es el tramo entre los dos puntos amarillos.

Y aquí os dejo un pequeño resumen visual de la ruta.

Hasta luego.