"Cousinas" puede dar mucho de sí, por su poca definición.
Hoy va a dar para una imagen humilde de estas tierras (soy de aquí y de allá y de ningún lugar en concreto, aunque siento cierto apego por los lugares en los que vivo) pero que a la vez encierra unos tesoros de los que, tal vez, no nos percatemos, no nos demos cuenta, los que podemos disfrutarlos, o, al menos, intuirlos a poco que nos asomemos a la ventana.
Pasar unos segundos sólo en uno cualquiera de estos lugares tiene una recompensa difícilmente cuantificable, pero cuantiosa en todo caso.
Vamos a ver, que esto no lo es todo, lo sé; pero un paseo, una caminata por estos lugares...y vuelve uno nuevo, aligerado de la carga cotidiana o por lo menos con algo más de fuerzas para llevarla.
¿Por cuanto tiempo podremos disfrutar (los que disfrutamos con estas "cousinas", claro) de esta naturaleza bondadosa y ubérrima todavía?